jueves, 17 de febrero de 2011

Mediocridad sistemática

Ayer recordé aquel suceso en mi vida en el que sufrí una exclusión por "igualdad". Puede que resulte paradógico, pero es la forma en la que en ese momento me privaron de la libertad de poder participar en un inocente concurso de dibujo en el colegio.¿ La razón? Las madres se quejaban de que sus hijos no ganaban. Puede que a algunos les parezca justo pero...¿en realidad es así? Se supone que en un concurso se premia a la persona con más capacidad, al que mejor lo ha hecho. Entonces, ¿por qué bajar el nivel, o incluso excluir a personas que realmente son buenas para eso? Es decir, si tu hijo pinta sencillamente mal, ¿tienen que bajar el nivel del concurso o incluso excluir de ganar el premio a otras personas para que la cutre-obra-horripilante de tu hijo también opte al premio?
Lo lógico sería que tu hijo se esfuerce en pintar mejor empleando el tiempo que pasa quejándose de que no gana. Pero no. Vivimos en un estado de "igualdad" o, sin tapujos, un estado de mediocridad.
Puede que este no sea un ejemplo muy acertado, pero indagando más en la estructura de la educación es más fácil darse cuenta de ello.

Todos los niños estudian las mismas materias, destacando más en unas que en otras. Gustándoles más unas que otras. Pero todos tenemos que pasar por las mismas materias. Incluso, con los años hemos visto como se ha ido reduciendo el nivel para poder permitir que todo el mundo pasara de curso como borregos.
De este modo además evitamos que gente que realmente vale destaque de entre los demás. Las razones son evidentes. Al gobierno le interesa tener un rebaño domesticado, que compre lo que se le diga y que no se queje. Ojo, que la mediocridad hasta cierto punto no es mala. El mundo necesita que la gran mayoría sean mediocres. Pero cuando un país no funciona y nadie se levanta para evitarlo, ahí creo que las cosas se han ido de las manos.

lunes, 24 de enero de 2011

La frase mágica: "es mi opinión"

Hace unos días estuve viendo el famoso vídeo en el que una chica salía criticando el heavy metal diciendo que "es ruido" mientras defendía a su ídolo, Justin Bieber (tranquilos, no pienso hablar más de este tema tan reusado). Este sujeto se defendía reiteradamente con "es mi opinión", como si diciendo esto cualquier  cosa que dijera fuera sagrada e irrebatible. Dado que es mi opinión debes respetarla. Pues no.
Me enerva que la gente se escude bajo un "es mi opinión" y crea que por ello debas respetar que diga cualquier chorrada que se le venga por la cabeza. Siguiendo el ejemplo de esta pobre chica, evidentemente su opinión sin argumentaciones válidas no es respetable. No es lo mismo la opinión que puedas dar acerca de lo que te parece música o ruido a que lo haga el director de la orquesta sinfónica filármonica de Viena. Al igual que tampoco es lo mismo la opinión que pueda dar sobre un determinado cálculo un niño de párbulos que un licenciado en matemáticas.

Con todo esto solo quiero decir que no soporto a los cabezones que no entran en razón y que me encantaría que se erradicara esta frase maléfica...he dicho.

Ha nacido una nueva anormalidad

Tras descubrir que mis días transcurren sin grandes cambios gracias a la falta de decisión de las empresas para contratarme (inexplicable), que mis grandes conflictos internos se han convertido en gilipolleces por la desocupación y que, por consiguiente, no tengo nada mejor que hacer, aquí está esta cosa sin concretar!!


Cuando todo esto tome forma espero poder sentirme orgullosa y no arrepentida... 

Ale, id con Dios.